Mi esposo ya no quería follar conmigo
¡Él solo quiere que me acueste con Carlos!
Hace bastante veo que en mi matrimonio se había perdido la chispa, de hecho, mi esposo ya no me miraba como solía hacerlo antes; después del trabajo suelo andar desnuda por la casa para provocarlo, eso ya no servía.
Durante los días libres planeé salir con mi esposo, comer y tomar algunas bebidas alcohólicas para recuperar un poco el tiempo perdido, pero cuando llegamos a casa y le agarraba el pene para pajearlo y que se erecte, no se paraba. Su miembro estaba completamente muerto. Se dio media vuelta y se durmió. Me quede tan caliente que tristemente tuve que recurrir a masturbarme.
A la mañana siguiente pensé en conversar con mi esposo mientras desayunábamos y entre ida y vuelta, me dijo que ya no sentía esa necesidad de cogerme como antes, de hecho estaba bastante aburrido y me sugirió una idea bastante descabellada: le gustaría que yo tuviera sexo con otra persona a lo que me sorprendí y le propuse que probemos con un trío pero no accedió.
Busqué en internet de que se trataba esto y encontré la fantasía Cuckold. Una fantasía donde los hombres con parejas de muchos años se calientan al ver a su esposa cogida por otro hombre. Preocupada por mi matrimonio, ya que llevamos más de 20 años de casados. No me gustó la idea, me pareció ilógico que a mi esposo le calentara que otro hombre me cogiera, pero no me opuse a escucharlo.
Durante horas de la tarde, mi marido me encerró en la pieza y me empezó a mostrar fotos de un compañero de su trabajo que estaba para chuparse los dedos. Era alto, musculoso y bien parecido. Le consulté porque me estaba mostrando estas fotos con tanto interés, en algunas incluso se le veía el pene parado; entonces él se tapó la cara con las manos y avergonzado me dijo que hacía unos días en su trabajo, un compañero lo arrinconó y le propuso al oído cogerme mientras se filmaba y se sacaba fotos chupándosela o penetrándome; esto lo enloqueció, al principio lo trato a su compañero de degenerado pero luego se lo replanteo después de escuchar la explicación de Carlos. Le propuse entonces que coordinara con este chico para encontrarme algún lugar y me explicara a mí también.
A los pocos días, me encontré con Carlos en un bar de un hotel cerca de nuestra casa, sola sin mi esposo, era un hombre increíblemente atractivo. Me calentaba con solo mirarlo y me daban ganas de arrancarle la ropa de un tirón. Fui con un vestido corto y de escote provocativo. Acordamos el día, el sitio y le pedí si podía tomar fotos o filmarse mientras me cogía. Carlos aceptó.
Me fui un viernes por la mañana, lo saludé con un beso apasionado como si tuviéramos años de novios. Le avisé que esa misma tarde me juntaría con Carlos, su compañero de trabajo en su casa y que le traería las fotos o vídeos.
Llegué el sábado por la mañana y me encontraba demasiado bien, le entregué la cámara con felicidad por haber cumplido su fantasía, me sentía no solo sexualmente satisfecha sino que también enardecida por esto, emocionada. Antes de que la encendiera le conté que al principio me encontraba bastante confundida y reticente a estar con otra persona, ya que llevábamos muchos años de matrimonio y agregue, mientras él miraba el video, que Carlos me había cogido y calentado como nunca antes, me metió la lengua hasta la garganta y luego me chupo la vagina hasta que acabe varias veces. El video reproducía mis gemidos y me iba calentando de nuevo. A esta altura mi esposo tenía el pene durísimo. Él seguía mirando la filmación que mostraba como Carlos me había puesto cuatro y me estaba penetrando fuertemente por detrás mientras yo gritaba eufórica de placer.
Le metí la mano en la bragueta a mi esposo para hacerle una paja y chupársela. Mientras le lamía los testículos y lo masturbaba, él continuaba viendo como Carlos me acababa las tetas y volvía a penetrarme sin esperar demasiado. A veces en distintas posiciones que generalmente las practico con mi esposo y hasta nuevas como el parado mientras me la seguía metiendo.
Debo admitir que la pase excelente y quiero volver a reencontrarme con Carlos. Mi esposo dejó la cámara y me llevó a la habitación para cogerme. Su pene estaba tan erecto y caliente que sentía como mi vagina se prendía fuego. Fue el mejor sexo que tuve con mi marido desde hacía muchísimo tiempo.
Los días pasaron y volví a hablar con mi marido, le comentó que arregle nuevamente con Carlos para que nos encontráramos y volvernos a filmar cogiendo, pero mi esposo me comento que ya no me volvería a encontrar con él, sino que estaba creando una lista de posibles hombres con los que acostarme.